ESTABA UNA VEZ UN GATO,
COMIÉNDOSE UNA SARDINA,
Y UN RATÓN LO CONTEMPLABA
ASOMÁNDOSE A UNA ESQUINA.
DE REPENTE AL POBRE GATO,
SE LE ATRAGANTÓ UNA ESPINA,
Y EL RATÓN AL VER EL CASO,
HACIA EL GATO SE ENCAMINA.
Y CON UNOS ALICATES....
¡LOGRÓ SACARLE LA ESPINA!
1 comentario:
Ésta no nos sale aún tan bien como la del burro....pero la practicaremos!!!
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